El Gobierno y las cerealeras exportadoras negocian la cantidad de dólares que esas compañías liquidarán en la ventanilla del Banco Central durante las próximas semanas, en el marco de la baja de las retenciones oficializadas en las últimas horas.
En el mercado, tampoco descartan que Luis Caputo cierre una ampliación del “repo” tras el acuerdo de hace algunas semanas, por un total de u$s1.000 millones.
Se trata de señales concretas de la llegada de divisas mientras se demora un nuevo programa con el Fondo Monetario, en medio de unas negociaciones que parecen más tensas que las admitidas por los funcionarios de un lado y del otro.
El Gobierno va por los dólares del campo, tras bajar retenciones
La rebaja de las retenciones anunciada antes del fin de semana tiene como principal objetivo la pronta liquidación de divisas por parte de las cerealeras justo antes de la cosecha.
La negociación con los exportadores sería por un total de u$s5.000 millones para las próximas semanas.
Se trata de una porción de la soja que los productores tendrían stockeada en las silobolsas en los campos, de la cosecha del año pasado. Ese producto —según fuentes del agro rondarían los u$s8.000 millones a los precios actuales— no fue vendido a la espera de mejores valores. O de una baja de las retenciones.
El economista de una de las entidades de la Mesa de Enlace confía a iProfesional que las exportadoras están negociando con el Gobierno una salida financiera a la necesidad del Gobierno de juntar dólares en las reservas.
Es decir, una especie de adelanto de las exportaciones: las compañías cambiarían los dólares por pesos y colocarían esos pesos en depósitos. Una apuesta por el “carry trade”, hasta que los utilicen para comprarle el producto (soja y maíz) a los chacareros.
A su vez, los productores se verían tentados a vender esa producción ante la rebaja de las retenciones y la última mejora en los precios de las materias primas.
La pregunta del millón, en todo caso, refiere a la cantidad de producción que los productores estén dispuestos a liquidar bajo el nuevo contexto de retenciones más bajas.
Bancos esperan definiciones sobre las tasas de interés
Después de anunciar una desaceleración en el ritmo de la devaluación mensual, del 2% al 1%, el Gobierno dejó pendiente la rebaja de las tasas de interés.
En los bancos no están seguros de la magnitud de esa merma. Los financistas suponen que el Gobierno se moverá con suma cautela.
Incluso sugieren que la próxima baja podría darse en dos o tres movimientos —por un total de 500 puntos básicos—, pero que el arranque no superaría los 200 puntos. Actualmente, la tasa de referencia está en el 32% anual. Y quedaría bien por encima de la tasa de devaluación esperada (1% mensual).
En todo caso, los financistas están atentos a los movimientos del próximo mes. No solo por lo que vaya a decidir el Banco Central, sino lo que suceda en el mercado cambiario.
Se sabe: febrero es un típico mes de caída en la demanda de dinero. Y habrá que ver cómo se mueve el Gobierno en ese contexto.
En los bancos consultados por iProfesional creen que el Banco Central y Economía se moverán con cautela extrema para no dejar un vacío justo en la previa a la llegada de la cosecha gruesa.
Javier Milei y el FMI: ¿negociación trabada?
El Gobierno no dará ningún paso que ponga en riesgo la estabilidad cambiaria. En las últimas jornadas trascendió que el FMI insinuó a los funcionarios de Economía la posibilidad de establecer una banda cambiaria —al estilo de lo impuesto en Argentina allá por el año 2019—, según la cual el Banco Central podría comprar o vender dólares si el tipo de cambio caía o sobrepasaba esa banda preestablecida.
Sin embargo, Economía no evalúa ningún cambio en ese sentido.Es más, fuentes del equipo oficial admitieron —en diálogo con iProfesional— que la semana pasada, cuando Caputo dijo a través de la red social X que el programa con el FMI sería el propuesto por el Gobierno, hacía referencia a esa presión de los técnicos del organismo multilateral.
En ese sentido, Economía tendría la idea de ir liberando restricciones “de a poco”; sin ningún “Día D” por delante, y manejando en todo caso las expectativas en función de la evolución del tipo de cambio.
“Así como a principios de los años 2000, (Roberto) Lavagna imponía restricciones a la entrada de capitales cuando el dólar caía más de la cuenta, acá se podría quitar restricciones del cepo si el Gobierno visualiza un atraso cambiario mayor al esperado”, analiza un banquero de contacto fluido con el elenco oficial.