Terapia intensiva: Cómo resucitar tus plantas después de las vacaciones?

Las vacaciones son un paréntesis de descanso y desconexión, pero cuando se tiene un jardín o se cultivan plantas de interior, también puede ser momento riesgoso.

Al regresar a casa después de un merecido descanso, es posible encontrar que algunas de nuestras plantas no soportaron bien la falta de riego, la escasa ventilación o el simple descuido. Las alteraciones pueden ir desde hojas marchitas o amarillas, hasta caída de flores o crecimiento deficiente.

Antes de tomar cualquier medida, es fundamental realizar una evaluación completa del estado de cada planta: ¿Hay hojas secas, manchas, o amarilleo? ¿Los tallos parecen débiles o quebradizos?

De ser posible, también se pueden revisar las raíces al sacar la planta de su maceta. Cuando las raíces están saludables son blancas y firmes; si están marrones o blandas, puede ser signo de podredumbre.

Se debe comprobar si el sustrato está completamente seco o, por el contrario, demasiado húmedo. Un sustrato muy seco o apelmazado puede ser la causa del mal estado de la planta

El primer paso en la recuperación de las plantas es corregir el problema de riego. Si estuvieron sin riego durante varias semanas, el sustrato puede estar completamente seco, lo que dificulta la absorción del agua.

En ese caso se aconseja regar lentamente, utilizando agua a temperatura ambiente, para que la tierra se humedezca poco a poco sin provocar choques térmicos ni encharcamiento.

Si el sustrato está húmedo en el fondo, no es necesario regar inmediatamente. La clave es mantener el equilibrio para evitar que las raíces se pudran

Para las plantas de interior, especialmente las tropicales, se puede aumentar la humedad ambiental utilizando un humidificador o colocando la planta sobre un plato con piedras y agua (sin que las raíces toquen directamente el agua).

Se deben usar tijeras de podar siempre bien desinfectadas para cortar las partes secas o enfermas, siempre por encima de un nodo (el área donde crecen las hojas o ramas nuevas)

Se puede airear el sustrato con un palillo o tenedor, dándole un poco de oxígeno y permitiendo que el agua y los nutrientes lleguen mejor a las raíces.

Si el sustrato está muy agotado o perdió su capacidad de drenaje, lo ideal es cambiarlo por uno nuevo o mezclarlo con tierra fresca y rica en nutrientes. Este cambio favorece un mejor crecimiento y previene enfermedades.

Es importante reubicarlas en un lugar adecuado, ya sea cerca de una ventana o en una zona de la casa que reciba la cantidad de luz que necesitan

Pero cuidado porque es fundamental evitar la exposición directa y excesiva al sol inmediatamente, ya que puede causar quemaduras en las hojas. Además, es importante prestar atención para que las plantas tengan una circulación de aire adecuada que evite la acumulación de humedad, lo que favorece hongos y plagas.

Se debe usar un fertilizante equilibrado de liberación lenta o uno específico para cada tipo de planta (por ejemplo, uno para plantas de interior o para plantas con flores).

Es recomendable esperar una semana después de la reactivación del riego antes de aplicar fertilizantes, ya que las plantas deben estar hidratadas para absorber correctamente los nutrientes

Al revisar las plantas, hay que inspeccionar cuidadosamente si hay signos de plagas (como ácaros, cochinillas o pulgones) o manchas en las hojas que podrían indicar la presencia de hongos. Si aparece alguna plaga, se puede tratar la planta con insecticidas naturales o métodos caseros, como jabón potásico, aceite de neem o soluciones de agua con bicarbonato.

Recuperar una planta de su estrés post-vacacional requiere paciencia. No se recuperan de inmediato, y es posible que, durante los primeros días o semanas, el crecimiento sea lento. Continuando con el cuidado adecuado y evitando moverlas constantemente, las plantas irán mejorando gradualmente, y con el tiempo, aparecerán nuevos brotes y hojas saludables.

LA NACION