El arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, reclamó la presencia del Estado a través del desarrollo de políticas públicas y alertó sobre el avance del narcotráfico en los barrios populares. En este sentido, el funcionario religioso remarcó el valor de las políticas públicas para ayudar a los sectores más vulnerables.
En diálogo con María O’ Donnell en el programa De Ahora En Más, por Urbana Play, García Cuerva manifestó que si realmente se considera que hubo actos de corrupción en las medidas que se tomaron con las políticas públicas, es necesario investigar, denunciar y condenar las que hayan tenido algún manejo sospechoso o irregular: “Por eso, seguimos insistiendo en resaltar algunas políticas que plantean una presencia inteligente del Estado que garantiza que hay un articulador general que no permita el avance de otro Estado, que es el narcotráfico”.
Sin embargo, el arzobispo destacó la intervención del Gobierno en cuestiones “ligadas a la vivienda, a las cloacas, a la educación, a los microemprendimientos”, y argumentó que “no todo fue corrupción y un desastre”. Además, reveló que mantiene diálogo con varios funcionarios del Poder Ejecutivo, incluso, con el presidente Javier Milei, pese a las diferencias.
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Para ejemplificar, utilizó como ejemplo un “chispazo” con el Gobierno porteño durante una marcha del orgullo LGBT: “Cuando comencé el Ministerio Episcopal en Buenos Aires, la Catedral estaba vallada de manera diaria como otros monumentos y pedí por favor que saquen las vallas porque teníamos que generar apertura y diálogo con la sociedad, aún con la diversidad”. En este sentido, remarcó que la movilización se desarrolló normalmente y no hubo ningún inconveniente: “Al contrario, muchos de los que participaron ingresaron a la Catedral de rezar y agradecieron el gesto”.
Luego de la decisión, se ordenó retirar las vallas instaladas alrededor del edificio cercano a la Casa Rosada y se atribuyó su colocación al Gobierno de la Ciudad. Estas estructuras habían sido instaladas durante la última protesta del sector, ignorando tanto el pedido del arzobispado como el acuerdo alcanzado con la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
“En esta última ocasión no fue el Gobierno nacional. Lo conversé con Patricia Bullrich y ella entendió que con el diálogo que tenemos con el colectivo LGBT no había necesidad. Fue el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, les pedí que las saquen por favor y oh, sorpresa, a la mañana del sábado nos encontramos con las vallas colocadas. Por eso sacamos ese comunicado porque pedimos que las saquen y nos dijeron que no lo iban a hacer”, expuso.
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García Cuerva se pronunció también sobre la última internación del sumo pontífice, luego de que se conociera el informe del Vaticano donde revelaron que pasó una “buena noche” en la que se logró estabilizarlo. Sobre este punto, planteó que se trata de “una cuestión de día a día”, aunque puntualizó que continúa llevando adelante sus actividades desde el Policlínico Gemelli.
“El Santo Padre plantea esta cuestión de la policrisis, habla de las guerras, el maltrato, la problemática de la migración, la cultura de la indiferencia frente a la cultural del encuentro”, aseveró García Cuerva.
“Desde el comienzo del pontificado, Francisco fue una voz profética denunciando las injusticias y las guerras. El otro día, reveló que desde donde está él, se ve más absurda la guerra. Es una contrafigura, una propuesta revolucionaria, en un mundo que va para el otro lado“.
El lunes 3 de marzo, desde el Vaticano informaron que Francisco había sufrido dos insuficiencias respiratorias. Sin embargo, se explicó que “no tuvo episodios de insuficiencia respiratoria ni broncoespasmo”, siguió sin fiebre y consciente en todo momento.
TC / Gi