A diferencia del desplante que significó la definición de las listas para los comicios bonaerenses del 7 de septiembre, la CGT celebró el domingo haber colado dos candidatos propios en la boleta de Fuerza Patria por la Provincia en la pelea nacional del 26 de octubre. Y con ese envión de fondo, aceleró los preparativos para lo que será la definición de su propia interna: la elección de autoridades de la central para los próximos cuatro años.
El cronograma que culminará con la unción de una nueva jefatura y la futura composición del consejo directivo de la principal central sindical ya está en marcha y se oficializará la semana entrante. Las negociaciones entre los principales caciques cegetistas se extenderán durante las próximas semanas, en paralelo con el trámite más álgido de la campaña electoral para las legislativas, sobre la definición de dos cuestiones centrales sobre las que aún no existe un consenso amplio: el formato que adoptará la futura conducción (las posiciones se dividen entre quienes pretender ungir un jefe único y aquellos que insisten en sostener el esquema de triunvirato para contener a todos los sectores internos y evitar cualquier amenaza de ruptura) y el grado de confrontación que la cúpula que emerja tras la elección sindical le imprima a su vínculo con la gestión de Javier Milei.
En la expectativa de resolver sin fugas ni quiebres esa doble discusión, los líderes cegetistas ya avanzaron en un entendimiento para poner la fecha del congreso sindical que bendecirá la nueva conducción. Será el próximo 5 de noviembre en Parque Norte, apenas diez días después de los comicios del 26 de octubre.
El calendario para culminar en esa fecha se pondrá en marcha la próxima semana: el miércoles 27 los referentes de los gremios más poderosos de la central compartirán un asado en el predio del gremio de SETIA (textiles) en Ezeiza. Allí la primera línea cegetista buscará acercar posiciones respecto del esquema y el perfil que asumirá la futura conducción desde noviembre. Ese paso es clave para que un día después, el jueves 28, el propio consejo directivo de la entidad apruebe el cronograma electoral interno y defina la convocatoria al Comité Central Confederal (posiblemente para los primeros días de octubre), el órgano interno responsable del llamado oficial a la elección de autoridades.
El asado informal de la próxima semana será una instancia decisiva para empezar a resolver las diferencias internas que hasta ahora impiden un consenso mayoritario sobre la futura conducción. “Vamos a confraternizar, y conversar de este momento en que la CGT tiene que estar unida para pararse frente al Gobierno”, apuntó uno de los gremialistas del sector dialoguista que participará del encuentro.
La cita funcionará también como un claro mensaje dirigido al titular de la UOM, Abel Furlán, que a la misma hora convocó en la sede del PJ a un plenario de delegaciones regionales de la CGT bonaerense, pero sin avisar a la conducción de la central obrera. “Se cortó solo, otra vez”, reprocharon desde la mesa chica cegetista.
Furlán es uno de los dirigentes que aspiran al máximo sillón cegetista en una jefatura única con el respaldo de un grupo de gremios que reportan al kirchnerismo y algunos sindicatos del transporte, pero sin sumar adhesiones entre las organizaciones de mayor representación en el congreso encargado de la elección (Comercio, UOCRA, UPCN, UATRE, Sanidad, Gastronómicos y Camioneros).
Más allá de las diferencias con el jefe de los metalúrgicos, la apuesta por designar un único secretario general al frente de la central es compartida por sectores de peso de la conducción, como los “gordos” Armando Cavalieri (Comercio) y el actual triunviro Héctor Daer, a los que se suma el gastronómico Luis Barrionuevo. Los primeros postulan para el cargo al dirigente Jorge Sola (seguros), actualmente en el consejo directivo, mientras que Barrionuevo alienta al referente Daniel Vila, del gremio de carga y descarga y un histórico enemigo del camionero Hugo Moyano.
En cambio, el grupo de los denominados “independientes”, donde comulgan Gerardo Martínez de la UOCRA y And´res Rodríguez de UPCN de Andrés Rodríguez, sostienen la conveniencia de mantener el esquema del triunvirato actual, convencidos de que las diferencias internas impiden alumbrar una candidatura de consenso. “Candidatos no sobran. Si hay que privilegiar la unidad hay que mantener el triunvirato”, reafirman, aunque admiten que el formato de la futura conducción no está definido. Entre los que impulsan ese esquema colegiado deslizan los nombres de los dirigentes Cristian Jerónimo (Vidrio), Maia Volcovinsky (judiciales) y el propio Sola para integrarlo, pero el dirigente del seguro ya anticipó a sus pares cegetistas que aceptará el desafío de la conducción si es electo como único jefe.
El perfil del o de los dirigentes que encarnen la nueva conducción será una clave para entender el futuro de la relación de la central con el Gobierno. Aunque por los nombres en danza, la CGT parece querer mantener el fino equilibrio con el que estructuró su vínculo con Milei desde que el libertario llegó al poder.