El Dr. Cheng-Han Chen, cardiólogo y director del Programa de Corazón Estructural en el Memorial Care Saddleback Medical Center de Laguna Hills, California, explicó que la elección de proteínas después de los 60 años puede ser determinante para la salud del corazón. Su recomendación se centra en el salmón, un alimento que no solo aporta nutrientes de alta calidad, sino que también protege las arterias y disminuye la inflamación.
“El salmón es una proteína de alta calidad y una de las mejores fuentes naturales de ácidos grasos omega-3”, señaló el Dr. Chen a Parade. Según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés), una porción de 100 gramos de salmón sockeye aporta 22,3 gramos de proteína.
La Dra. Supreeti Behuria, directora del Centro de Hipertensión en el Hospital Universitario de Staten Island de Northwell, coincidió y afirmó: “El salmón ayuda a elevar el colesterol HDL, conocido como ‘bueno’, y a reducir el LDL, considerado ‘malo’ y que favorece la formación de placas en las arterias”.
Aunque Chen recomendó priorizar esa variedad de pescado, también sugirió alternar con otras especies más económicas y nutritivas como la caballa y el bacalao. De esta manera, subrayó la importancia de diversificar la dieta con opciones que aportan beneficios similares, pero que resultan más accesibles para la población en general.
En la misma línea, Behuria subrayó que la forma de preparación marca la diferencia: “Mejor horneado o a la parrilla que frito, para preservar sus beneficios y evitar el exceso de grasas añadidas”.
El Dr. Chen enfatizó que los omega-3 fortalecen los vasos sanguíneos y mejoran el transporte de oxígeno y nutrientes en el organismo. También reducen la inflamación crónica, un proceso asociado con la diabetes tipo 2, cáncer y mayor riesgo de infartos. Behuria agregó que controlar la inflamación es fundamental, ya que mantenerla de manera prolongada deteriora la salud cardiovascular y aumenta la vulnerabilidad frente a distintas enfermedades.
El consumo de proteínas tiende a disminuir con la edad, lo que impacta en la pérdida de masa muscular. “El corazón mismo es un músculo, y conservar fuerza beneficia su función”, explicó Chen. Además, las proteínas apoyan la reparación de tejidos, contribuyen al control del peso y favorecen un metabolismo equilibrado, tres factores que inciden en la prevención de enfermedades cardíacas en adultos mayores.
Las Guías Alimentarias para los Estadounidenses elaboradas por el Departamento de Agricultura (USDA, por sus siglas en inglés) y el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, por sus siglas en inglés), aconsejan incorporar al menos dos porciones semanales de pescado y mariscos. Es decir unos 227 gramos por semana, por sus aportes de proteínas magras, ácidos grasos, omega-3 y vitamina D.
Sin embargo, la realidad está lejos de ese ideal: de acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Nhanes, por sus siglas en inglés), solo alrededor del 19% de los adultos en Estados Unidos lograron alcanzar ese nivel de consumo entre 2013 y 2016.