2 febrero, 2025

Crecen los reclamos contra la aerolínea estatal de Bolivia luego de que un vuelo se salvara de una tragedia

Boliviana de Aviación vuelve a estar en el foco de la polémica (Wikipedia)

Boliviana de Aviación (BoA) está otra vez en el centro de la tormenta. Después de varios meses enfrentando reclamos por cancelaciones y demoras en la salida de vuelos, un incidente con un avión el pasado lunes activó las protestas en contra de la aerolínea y avivó las exigencias para acabar con el monopolio.

La tarde del lunes 27 de enero, el vuelo OB-648 tenía que hacer la ruta Cochabamba – Santa Cruz con 137 pasajeros a bordo y siete miembros de la tripulación. Cuando el avión Boeing 737-700 estaba carreteando para alzar vuelo, saltó una alarma de posible incendio en uno de los motores. Los pilotos decidieron frenar de golpe la aeronave que iba a 200 kilómetros por hora y ordenaron la evacuación inmediata mediante toboganes.

A las 15:45 en el aeropuerto Jorge Wilstermann de Cochabamba desató la histeria, pero no se lamentó una tragedia mayor, todos los ocupantes salieron ilesos. Los videos de la evacuación corrieron como pólvora por las redes sociales a la par de las críticas contra la aerolínea estatal que ya arrastraba una serie de problemas.

“No teníamos ningún indicio de que haya un mayor desgaste y una falla el motor. Ninguna indicación de que podría presentar un desgaste prematuro”, explicó ante los medios un día después el gerente de la aerolínea, Ronald Casso. Según su declaración, el motor de la aeronave CP-2923 había recibido mantenimiento y fue instalado en junio del año pasado. Tenía 4.100 vuelos por hacer antes de su siguiente revisión.

Pasajeros fueron evacuados de un avión que sufrió un percance con un motor al despegar de Cochabamba, Bolivia

La Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) anunció una investigación para determinar las causas en la falla del motor y dará un informe preliminar en 30 días. En paralelo, la empresa se someterá a una auditoría internacional que examinará la seguridad operacional y será realizada por la Auditoría de Seguridad Operacional (IOSA, por sus siglas en inglés) de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) con una duración de entre dos y tres meses.

Aunque se destacó la reacción oportuna del piloto, este incidente reactivó las críticas administrativas que hace meses enfrenta la aerolínea. A finales de diciembre, el director de la Autoridad de Regulación y Fiscalización de Telecomunicaciones y Transportes, Néstor Ríos, informó que la empresa enfrenta 27 procesos y que en los últimos tres años fue multada con cerca de un millón de dólares por demoras, cancelaciones de vuelos y pérdidas de equipaje. También hay protestas por la conectividad aérea y los costos de los pasajes en rutas locales, que en temporada alta pueden llegar a ser tan altos como uno internacional.

En una entrevista con el canal estatal Bolivia Tv, Ríos informó que en lo que iba del año 2024, la aerolínea canceló 580 vuelos y retrasó 2.030, afectando a aproximadamente a 388.000 pasajeros

El gerente de Boliviana de Aviación, Ronald Casso, en una conferencia de prensa (Fuente)

Por otro lado, hasta hace un mes la aerolínea tenía una deuda de 38 millones de dólares que, según Casso, se iba a poder pagar porque había suficiente liquidez. No obstante, la senadora Andrea Barrientos reveló que el aumento en las demoras y cancelaciones de vuelo se debía a que seis aviones estaban fuera de circulación por falta de pago del alquiler. De las 21 aeronaves que integran su flota, 20 son alquiladas y generan un gasto aproximado de 2,6 millones de dólares al mes.

Ya entonces algunos políticos y representantes del sector turístico exigieron implementar una política de “cielos abiertos” que permita la incorporación de más aerolíneas en el país. La estatal es prácticamente un monopolio, domina con el 86% el transporte aéreo interno y es la única que cubre todas las rutas comerciales del país, adicionalmente hay solo otras dos aerolíneas menores que vuelan entre departamentos: Ecojet, que cuenta con el 12% del mercado y Tamep con el 2%.

BoA fue fundada como empresa del Estado boliviano en 2007 bajo la administración de Evo Morales. En 2012 quebró Aerosur, la segunda aerolínea del país, lo que dejó al mercado aéreo prácticamente con una sola opción.

Esta semana, las protestas contra BoA surgieron incluso desde la Cámara de Senadores que aprobó una minuta de comunicación en la que piden la destitución del gerente de Boliviana de Aviación, Ronald Casso, y del director ejecutivo de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), José Iván García Terceros.

Vista del ingreso al Aeropuerto Internacional de Viru Viru en Santa Cruz, Bolivia, el principal punto de ingreso al país (Foto: Opinión)

El presidente del Senado, Andrónico Rodríguez, manifestó que es “necesario y urgente, posibilitar y viabilizar nuevas aerolíneas” en el país ante la incapacidad de BoA de sostener en el transporte aéreo.

“Desde la Cámara de Senadores, vemos, antes de tener mayores problemas o desgracias en esta aerolínea, viabilizar la rápida y urgente (presencia de) otras aerolíneas que tengan la suficiente capacidad de abastecer en el transporte aéreo de nuestro país”, declaró Rodríguez.

Casso admitió los errores y es consciente de que “desgastan la imagen de la empresa”, según dijo en una entrevista en Radio El Deber. “Diciembre ha sido muy difícil porque se ha saturado mucho el mercado, hemos querido atender todo el mercado, nosotros mismos nos acabamos perjudicando”, manifestó.

Más allá de la temporada alta, los problemas administrativos de la aerolínea están a la vista de todos y los reclamos empiezan a ser unánimes.

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