El médico urólogo Pablo Mateo compartió siete recomendaciones para cuidar los riñones y prevenir enfermedades renales, subrayando que muchas personas no prestan atención al bienestar de estos órganos hasta que se presenta algún problema de salud.
La enfermedad renal crónica puede avanzar de forma silenciosa, por lo que es clave adoptar medidas preventivas desde etapas tempranas de la vida.
“La enfermedad renal crónica puede progresar en silencio durante años. Por eso, es crucial adoptar hábitos que protejan la función renal desde temprano”, señaló Mateo en un artículo publicado en Listín Diario.
A continuación, los siete consejos propuestos por el especialista que servirán para proteger al organismo.
Beber suficiente agua ayuda a los riñones a eliminar toxinas de manera eficiente. La cantidad recomendada varía según factores como el clima, la actividad física y el estado de salud. Un indicador útil es observar el color de la orina: si es clara o ligeramente amarilla, suele reflejar una hidratación adecuada.
La hipertensión y la diabetes son las principales causas de enfermedad renal crónica. Pérez recomienda realizar controles periódicos y seguir las indicaciones médicas.
Un alto consumo de sal puede elevar la presión arterial y sobrecargar los riñones. El médico aconseja reducir alimentos procesados y embutidos. En cuanto a las proteínas (carne, pollo, pescado, huevos), su ingesta debe ser equilibrada, especialmente en personas con algún grado de deterioro renal.
El consumo frecuente de antiinflamatorios no esteroideos como ibuprofeno, diclofenac o naproxeno puede afectar la función renal. “Pueden dañar los riñones si se consumen frecuentemente o en altas dosis”, recalcó el especialista.
La obesidad está asociada a un mayor riesgo de enfermedad renal, diabetes e hipertensión. El especialista sugiere realizar actividad física moderada al menos 30 minutos diarios, cinco veces por semana, para favorecer la salud renal y general.
Fumar reduce el flujo sanguíneo hacia los riñones y puede acelerar el deterioro de su función. El consumo excesivo de alcohol también afecta negativamente la presión arterial y el funcionamiento renal.
Quienes tienen antecedentes familiares de enfermedad renal, diabetes o hipertensión deben hacerse análisis de sangre y orina de forma regular. Detectar cualquier alteración a tiempo puede mejorar el pronóstico y evitar complicaciones mayores.
Cuidar los riñones requiere atención continua y decisiones cotidianas informadas. Según el urólogo, adoptar un estilo de vida saludable y mantenerse en control médico puede marcar una diferencia significativa en la calidad de vida a largo plazo.