Según el último censo, Argentina tiene 46.234.830 habitantes al 1ro de julio de 2022. Hay más mujeres que varones: 23.705.494 “chancletas” contra 22.186.791 muchachos. Todos, sin distinción de edades, clase sociales, religiones o color de ojos tienen algo en común: el respeto y la veneración por la Scaloneta después de ganar dos Copas América, el Mundial de Qatar, la Finalissima, golear a Brasil, hacer papilla a Uruguay, jugar lindo, no necesitar de Messi para triturar a los rivales y ser, claramente, el mejor equipo de fútbol del planeta.
Bueno, todos lo que se dice todos… no. Aunque cueste creerlo, hay una persona -sí, solo una- que sufre con cada triunfo de la selección, con cada logro, con cada pase bien dado, con cada combinación eficaz, con cada gambeta, con cada desborde, con el juego asociado, con el ole que baja de las tribunas, con la bandera celeste y blanca flameando en lo más alto, con Messi levantando la última copa que le quedaba por ganar y con el Dibu bailando en la cara de los rivales. Se… en vez de aplaudir le dan arcadas.
Para colmo, la única “enemiga interna” que tiene “el equipo de todos” es famosa. Muy famosa. Y muy polémica también. Obviamente, el uso de la “a” delata o anticipa que es una mujer. ¿Quién es? Julia Mengolini, la periodista que pasó por “mil paneles” y ya está consolidada como conductora, ahora en Futurock, una emisora de la que también es socia accionista.
Precisamente en su programa Julia Mengolini confirmó, mientras “todo el país menos ella” celebraba el asombroso 4-1 a Brasil del martes a la noche, que la estaba pasando mal. Que no podía disfrutar. Que estaba con nauseas. Y todo por cuestiones políticas: según su particular mirada, los futbolistas y el cuerpo técnico no se manifiestan políticamente como ella espera (se la vincula con el Peronismo K) y eso los convierte en “desinteresados“, “amebas” y cercanos a la “derecha“.
CUAL ES LA PERIODISTA QUE SUFRE LOS TRIUNFOS Y LOS LOGROS DE LA SCALONETA
“Tampoco lo quiero decir taaaaan así. A mi me pasa, aunque no es tan lineal como decir “ah como son unos tibios no los miro más”. Porque es verdad que los muchachos juegan a la pelota y la política es otra cosa. Yo tan termo no soy. Ahora bien….!!! Yo ya dije lo que me pasa: desde que gobierna Milei no es que soy infeliz porque encuentro la felicidad en otra cosa, pero se me empaña el recuerdo del festejo del Mundial. ¡Se me empaña!”, aseguró.
“No se por qué, pero se me empaña. Qué se yo, porque esa gente con la que me abracé terminó bancando a la peor derecha que hay. Y después, si vos sumás además que la Scaloneta… ¿viste?… Pero son boludeces que nos pasan a nosotras. Yo me puse muy feliz con el resultado”, siguió.
Una compañera de “Mengo“, “Juli“, agregó argumentos con los que la morocha estuvo de acuerdo: “Son un producto procesado. No sabemos lo que tienen adentro. Son tiempos muy difíciles para estar en la calle del medio. O sea, algo tenés que decir amigo. No hay nada más político que el fútbol. Decis que sos puto y sufrís una persecución horrible. Cómo no vas a ser político. Prefiero no ponerme una camiseta con el nombre de ese jugador en la espalda”. Mengolini cerró fuerte: “Si te dicen lo que piensan… ¡No lo querés saber!”.