17 enero, 2025

El lujoso piso que tiene en Madrid la infanta Elena

La infanta Elena, hija mayor del rey emérito Juan Carlos I, es dueña de una imponente propiedad en el corazón de Madrid que combina elegancia, comodidad y seguridad. Situada en el céntrico barrio del Niño Jesús, esta vivienda de más de 500 metros cuadrados fue un generoso regalo de su padre tras su divorcio de Jaime de Marichalar en 2009.

El exclusivo piso, valorado en más de dos millones de euros, está ubicado en un edificio construido en 1978 y cumple con los estándares más altos de lujo y privacidad. Con solo dos vecinos por planta, el espacio ofrece una tranquilidad inigualable en una de las zonas más codiciadas de la ciudad.

El exclusivo piso de la infanta Elena en Madrid

La residencia cuenta con cinco amplios dormitorios, cuatro baños, una cocina completamente equipada, un salón espacioso y una zona destinada al servicio. Los ventanales de pared a pared permiten que la luz natural inunde cada rincón, haciendo del piso un lugar cálido y luminoso. Además, los residentes tienen acceso a una piscina comunitaria, jardines, un garaje privado y la comodidad de un portero físico.

La hermana del rey Felipe VI vive en esta propiedad desde hace 15 años, aunque tuvo que mudarse temporalmente durante 2021 debido a unas importantes reformas que realizó en el piso. Estas adaptaciones no solo resolvieron problemas de humedad, sino que también se diseñaron para facilitar el acceso a personas con movilidad reducida, pensando en la posibilidad de que su padre, el rey emérito, pudiera vivir allí en el futuro.

A pesar de su comodidad, la infanta Elena suele pasar muchos días sola, acompañada únicamente por su personal de servicio y su fiel perro. Aunque comparte el piso con su hija Victoria Federica, esta alterna su tiempo entre la casa materna y sus compromisos sociales como influencer.

El legado inmobiliario de la infanta Elena

El patrimonio de la infanta Elena no se limita a este lujoso piso. Su exesposo, Jaime de Marichalar, también posee un tríplex en el prestigioso barrio de Salamanca, una herencia que seguramente recaerá en sus hijos, Victoria Federica y Froilán, consolidando su fortuna.

Mientras tanto, la infanta Elena sigue disfrutando de su exclusivo refugio en el Niño Jesús, un lugar que refleja tanto su estatus como su deseo de mantener una vida discreta dentro de las posibilidades que su apellido permite. Este imponente búnker, como muchos lo llaman, es un símbolo de la combinación entre tradición y lujo.

VO

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