La bomba explotó a principios de semana y terminó de confirmarse este lunes: Miguel Ángel Russo volvió a Boca Juniors, pero su llegada no fue para nada sencilla. El experimentado DT, que ya tuvo dos ciclos en el club y es recordado por ganar la Libertadores 2007, debió romper su contrato con San Lorenzo y pagar de su bolsillo una cifra millonaria para cumplir su sueño de regresar al equipo de Juan Román Riquelme.
Russo tenía vínculo con el Ciclón hasta diciembre de este año, pero decidió dar un paso al costado antes de tiempo. Desde la dirigencia de San Lorenzo no ocultaron su bronca. Julio Lopardo, presidente interino del club, apuntó directo contra el entrenador: “Lo mínimo es que San Lorenzo reciba un resarcimiento. No puede ser que se vaya así, sin cumplir lo pactado”.
Según trascendió, el conflicto escaló rápidamente. Miguel presentó su renuncia de forma unilateral, sin acuerdo económico con la dirigencia, lo que generó tensión. A pesar de eso, el martes se despidió del plantel en el Bajo Flores, frente a los jugadores, y dejó claro que su decisión era definitiva. “Russo me dijo que no habló con Boca”, lanzó Lopardo con ironía, aunque nadie le creyó.
La salida, que incluyó una negociación truncada y reclamos por más de 500 mil dólares, terminó con el propio Russo desembolsando parte de la cláusula para poder quedar libre. “La cifra llegó casi al millón de dólares”, contaron. Desde el entorno del DT aseguran que la decisión fue “profesional y personal”, y que el llamado de Riquelme fue determinante.
“VUELVO A UN CLUB QUE AMO”: DIJO RUSSO
Este lunes 2 de junio por la tarde, Russo fue presentado oficialmente como nuevo entrenador de Boca en una conferencia de prensa junto a Juan Román Riquelme. “Vuelvo a un club que amo, con la misma ilusión de siempre. Sé lo que significa esta camiseta y vengo a dejar todo”, aseguró el DT, visiblemente emocionado.
Además, evitó entrar en polémicas con San Lorenzo y remarcó: “Los detalles de mi salida prefiero que los manejen los abogados. Yo estoy feliz de estar acá”. Riquelme, por su parte, elogió al técnico y lo definió como “el indicado para este momento”, en clara alusión a la preparación para el Mundial de Clubes.
Russo también lanzó un mensaje potente: “Cuando Boca te llama, uno no puede mirar para otro lado. Ya lo viví antes y sé que las oportunidades no se repiten muchas veces”. Sus palabras generaron revuelo en redes y una ola de apoyo entre los hinchas xeneizes.
En San Lorenzo no cayó nada bien la salida. Algunos dirigentes compararon su accionar con el de Rubén Darío Insúa, ídolo azulgrana que dejó el club en 2023, pero sin rupturas. “El Gallego no hubiera hecho esto”, disparó Lopardo. Los hinchas, por su parte, se sienten traicionados.
Mientras tanto, Russo ya dirige su primera práctica en Boca, sabiendo que la presión será enorme. Pero también con la tranquilidad de haber hecho lo necesario —incluso pagar de su bolsillo— para volver a donde quiere estar.