El ataque contra Cristina Kirchner se realizó con una pistola Bersa calibre 32, sin embargo durante la indagatoria a Gabriel Nicolás Carrizo la justicia reveló que bajo sospecha hay otra arma, una calibre 22 que el joven adquirió. Una conversación revela que conocía los detalles del plan criminal y su preocupación al creer que habían usado la pistola que él le proporcionó a Uliarte. “Estamos decididos a matarla”, escribió en referencia a Cristina Kirchner.
Gabriel Nicolás Carrizo, conocido como el jefe de la banda que comercializa algodones de azúcar, declaró este viernes ante la jueza María Eugenia Capuchetti y el fiscal Carlos Rívolo, durante tres horas.
Su defensa sostenida fue el desconocimiento sobre lo que la justicia denominó como un plan criminal para asesinar a la vicepresidenta. Fue el planteo más reiterado a través de diversas explicaciones.
Detenido desde el martes a la noche, se conoció durante la indagatoria la imputación en su contra. La misma sostiene que prestó acuerdo y cooperación, junto con Fernando Montiel Sabag, Brenda Uliarte y Agustina Mariel Diaz, en la “planificación del intento premeditado de dar muerte a Cristina Kirchner”.
Ante la jueza y el fiscal Carrizo se corrió del enojo inicial con el que comenzó la indagatoria, y se largó a llorar. Sostuvo que nunca participó de los hechos investigados y que desconocía lo que iba a hacer la pareja procesada como coautores de homicidio agravado en carácter de tentativa. Su celular expuso lo contrario.
Según el acta de la indagatoria a la que accedió Clarín, dijo: “Lo digo clarito, no, absolutamente no tuve nada que ver”.
La información obtenida de su celular, sumó un dato más al expediente. Según la acusación “intervino de forma activa en la planificación del suceso, habiendo aportado para su realización un arma de fuego tipo pistola calibre 22 corto“.
Durante la pesquisa se determinó que, finalmente, no fue el arma utilizada “para concretar el delito planificado” pero su participación a partir de la adquisición de la misma para dársela a Brenda Uliarte, lo complicó ante la Justicia.
Su rol en la planificación de atentado quedó revelado a través de una conversación de WhatsApp que muestra su nivel de conocimiento de los hechos. Esto fortalece la tesis de los investigadores sobre la participación de más personas en la premeditación de la tentativa de homicidio.
El abogado Gastón Marano se opuso a que el contenido del celular que entregó voluntariamente hace diez días, durante la declaración testimonial, sea utilizado como prueba en su contra. El reclamo fue rechazado por el fiscal Carlos Rívolo.
De las comunicaciones analizadas por la PSA se supo también que la fecha del ataque era otra y no el 1 de septiembre y en ese contexto, Calificó a Sabag Montiel como alguien que estuvo a punto de “convertirse en héroe” por haber gatillado el arma a quince centímetros de la cabeza de la vicepresidenta.
¿Qué dijo Carrizo?
Cuando se le expusieron estos mensajes Gabriel Nicolás Carrizo, buscó bajarle el tono al contenido de los mismos. Explicó que Andrea es su hermanastra y sostuvo: “Acá es donde le quiero explicar para sacar malos entendidos. Le estaba haciendo una joda a mi hermanastra, voy a parecer un gil, le estaba haciendo creer que era parte de esto, no fue real, no estaba vinculado con Brenda ni con Nando y ahora entiendo porque estuve en el calabozo, por esa mierda que dije, les juro que fue mentira”.
Continuó dando su versión sobre los mensajes: “Me la mande con hacer esa joda, yo siempre jodo así. Yo les quiero decir que, si voy preso por una pelotudez, es que yo me pegó un tiro, yo nunca pensé que esto iba a terminar vinculándome”.
En el tramo final de su descargo donde sólo aceptó preguntas de su defensa, añadió: “Yo se lo juro por Dios, yo lo que quería hacerles creer a Andrea y a mi hermanastro era que esto era un plan, con fines de joder, hacer show, no era en serio, no existe esa arma no hay nada. Investiguen fíjense yo nunca estuve cerca ni de la casa de Cristina. Vine acá con los celulares, yo no tuve nada que ver…”.
Ahora la justicia debe resolver la situación procesal de Carrizo -el cuarto detenido en el caso- y determinar su grado de participación en el ataque contra la vicepresidenta.
Carrizo entrando a los tribunales Comodoro Py. Foto Rolando Andrade Stracuzzi.
La conversación
El intercambio de mensajes se produjo con una persona identificada como “Andrea” se produjo después del ataque realizado el jueves 1 de septiembre y hace referencia a Sabag Montiel y el arma utilizada que, pese a haber gatillado, nunca salió el disparo.
Para entonces Carrizo creía que habían utilizado la pistola calibre 22 que él le proporcionó a Brenda Uliarte y refleja su inquietud en la conversación.
─Nicolás Gabriel Carrizo: Andrea el arma es mía.
─Andrea: No está a tu nombre Gaby.
─Carrizo: No pero aparecen mis huellas.
─Andrea: Gaby no quedan tus huellas. No te comas la cabeza. Tiene la huella del otro chabón.
─Carrizo: Esto estaba planificado para dentro de una semana.
─Hizo todo mal. Es un pelotudo.
─Carrizo: Estamos decididos a matarla a puta esa.
─Andrea: Pensa en. Tu hno Gaby.
─Carrizo: Cristina tiene miedo, salió mal pero tiene miedo.
─Andrea: Pensa en facu.
─Carrizo: Mi amigo estuvo a un segundo de convertirse en héroe nacional Andrea … Estuvo muy cercaaa. Fallo el arma. No lo entiendo andaba bien.
─Carrizo: Mira nose si es una buena noticia pero el arma con la que intento ponerla no es la mia, yo le di un 22 corto…. recién hable con la novia y la tiene ella así que mañana la vamos a ocultar y vamos a ir a Crónica a hablar.