En las ultimas hora la jueza neoyorquina Loretta Preska rechazó el pedido argentino de suspender la transferencia de acciones a la empresa a Burford.
En el fallo asegura que la Argentina “aprovechó al máximo el tiempo extra”, pero “no realizó ningún esfuerzo para satisfacer las condiciones impuestas”.
Vale aclarar que la apelación argentina por la condena a pagar USD 16.000 millones se resuelve en otro expediente. La sentencia de primera instancia está firme y los buitres quieren cobrar su tajada. En su defensa, la defensa argentina sostuvo que la orden de la jueza viola el derecho federal norteamericano, la Ley de Inmunidades Soberanas Extranjeras (FSIA) y principios de cortesía internacional.
Burford Capital es un bufete de abogados que compró los derechos a litigar en esta causa.
Preska ordenó la realización de una nueva audiencia entre las partes este martes 15 de julio por la mañana en el tribunal federal del distrito sur de Nueva York. Es a raíz de un pedido de los demandantes en el caso YPF, que quieren información sobre entidades estatales como Aerolíneas Argentinas,ARSAT,ENARSA y el Banco Central, con el objetivo de avanzar en embargos.
El nuevo fallo confirma la intención de la justicia y el gobierno norteamericanos en avanzar en sus competencias internacionales, como otro instrumento de saqueo imperialista. Como denunció Myriam Bregman cuando se conoció la condena anterior, “el fallo de la jueza de Nueva York, es una injerencia inaceptable sobre la soberanía nacional. Repudiable. Mi posición es que las estafas no se pagan, así que todo lo que ya se llevaron es “de arriba” porque la privatización de YPF fue un negociado muy sucio. Y más bien REPSOL, los involucrados en la llamada renacionalización (los empresarios, los bancos, los fondos buitre y quienes hicieron todo tipo de chanchullos) son los que deberían indemnizar al país y no al revés. No se les tendría que haber dado un peso y, en cambio, nacionalizarse para que YPF sea una empresa 100% pública gestionada por sus trabajadores y técnicos”.
Los buitres redoblan su apuesta, con las amenazas sobre embargos a otras empresas estatales, aunque no cotizan en Wall Street.
Hay que rechazar estos nuevos ataques imperialistas, algo que no van a hacer Milei y Caputo que están alineados con el capital financiero, ni quienes entregaron la empresa y quieren renegociar con el FMI y los buitres.