Un estudio sobre el nivel de alfabetización de los chicos que se hace en Mendoza y empieza a implementarse en agosto en la Ciudad de Buenos Aires, muestra el impacto los casi dos años que se perdieron de presencialidad escolar por la pandemia. Llega justo después de los malos resultados obtenidos a nivel nacional en las Pruebas Aprender.
El Censo de Fluidez Lectora fue presentado por gobierno mendocino y, si bien hay mejoras en comparación con el año pasado, sobresale un grupo con mayor pérdida: los chicos que cursaron primer grado en 2020.
“El 30% de los alumnos de tercer grado de primaria constituye una franja crítica en cuanto a fluidez lectora. Es una situación comprensible si se tiene en cuenta de que estos niños sufrieron en primer grado los efectos del aislamiento y las burbujas hasta 2021”, dijo el director general de Escuelas de Mendoza, José Thomas.
El Censo de Fluidez Lectora forma parte de la política de alfabetización que lleva cinco años en Mendoza y los avances conseguidos han alentado a otras provincias, como la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a realizar un programa similar.
En Mendoza miden los avances en la alfabetización de los chicos de un año a otro. Foto Nicolás Rios / Los Andes
En Mendoza, en el ciclo lectivo 2021 al 2022, los estudiantes de 7º grado mejoraron 6% en la cantidad de palabras leídas, y los chicos y chicas de primer año, 12%. “Hay que consolidar las políticas que llevamos porque dan resultados positivos”, expresó el director general de Escuelas de la provincia cuyana.
“Encontramos que el 79% de los chicos y chicas que en el Censo de Fluidez Lectora son críticos, en el relevamiento de Lengua y Matemática, su rendimiento también está bajo. Mejorar la base la alfabetización temprana va a tener un impacto en el resto de los aprendizajes”, dijo el responsable del gobierno escolar mendocino.
La evaluación de lectura se realiza en cada aula. La maestra le pide al alumno que lea un texto desconocido por el estudiante durante un minuto, en voz alta. La finalidad es que el docente observe con cuánta precisión leen sus alumnos. Si hay reconocimiento de la palabra y la figura tonal porque ambos elementos son componentes de la comprensión y afectan su proceso.
Según la escala de referencia de fluidez lectora, para cada curso, de 4º a 5º grado se espera que aumente la cantidad de palabras leídas por minuto 19%. No obstante, se observó que el aumento fue de 32%. Es decir, los estudiantes de 5º leyeron en promedio 32% de palabras más que en 4º grado.
Otro dato interesante del censo es que el 75% de los chicos que repitieron en algún momento de su trayectoria, en 7º grado tuvieron bajo rendimiento en Lengua. “Un chico que repite no aprende. Hay que buscar políticas que hagan que los chicos aprendan. El año pasado aplicamos más horas y acompañamos a esos chicos con dificultades, formamos docentes y aportamos material al aula”, aseguró Thomas.
La fluidez es una estrategia hacia la comprensión lectora. “Este censo debería estar siempre y que no sólo sea una experiencia de unos pocos meses. Hay que trabajarlo avanzando en complejidad creciente de 1° a 7° grado para que luego quede como un hábito y podamos hablar de conciencia lectora y gusto por la lectura”, opina el especialista Alejandro Castro Santander, director del Observatorio de la Convivencia Escolar de la Universidad Católica de Cuyo.
La idea de gobierno escolar de Mendoza es mantener el programa los próximos años. Para fortalecer y mejorar la fluidez lectora, desarrolla espacios de formación destinados a docentes de primero, tercero, quinto y séptimo grados.
En el plan de alfabetización participan 200 talleristas, 148 en primaria y 50 en secundaria, con 12.000 horas mensuales de clases destinado a los estudiantes de nivel crítico y básico en toda la provincia.
“En los últimos seis años, se eligió un programa con base científica que implicó formar a docentes y distribuir material en el aula para recuperar saberes”, dijo Thomas. Y adelantó que evalúan la extensión de jornadas en el 100% de las escuelas de nivel primario con foco en desarrollo de habilidades de lectura. Mendoza pretende sumar media hora más de clases, aunque todo dependerá de un convenio que debe evaluarse con Nación.
En agosto llega a las escuelas porteñas
Las autoridades de la Ciudad se preparan para tomar en agosto una prueba de fluidez lectora similar a la de Mendoza.
En la Ciudad de Buenos Aires tomarán la prueba a los chicos de 4° grado en agosto. Foto Emmanuel Fernández
En este caso será solo para los alumnos de 4° grado, a los que se les dará un texto para leer y, birome en mano, un docente contará la cantidad de palabras que cada chico lee por minuto.
También medirá la prosodia, es decir, si pronuncia y acentúa bien, lo que da idea de si está entendiendo lo que lee. Con estos datos se implementarán medidas para acelerar los aprendizajes de aquellos alumnos que tienen dificultades con la lectura.
A principios de abril de este año, los equipos técnicos del Ministerio de Educación de Ciudad Autónoma de Buenos Aires viajaron a Mendoza a observar e intercambiar experiencias sobre la implementación del programa de Fluidez Lectora, a visitar escuelas y a dialogar sobre diferentes temas educativos.
La comitiva educativa de CABA estuvo conformada por la directora ejecutiva de la Unidad de Evaluación Integral de la Calidad y Equidad Educativa, Carolina Ruggero; la directora pedagógica de la Dirección General de Educación de Gestión Privada, Cristina Carriego; el director general de Educación de Gestión Estatal, Fabián Capponi; la directora de Educación de Primaria, Nancy Sorfo, y la directora general de escuela de Maestros y Subsecretaría de Carrera Docente, Noelia Carmona Martínez.
Durante las visitas a distintas escuelas mendocinas, los funcionarios porteños pudieron ver y experimentar la puesta en territorio de las líneas de acción del programa de lectura, en charlas con directivos y docentes mendocinos.
Mendoza. Corresponsal
MG