Entre los reclamos de los puesteros en Puente La Noria, una mujer explicó por qué el cierre de la feria La Salada la dejó sin su principal fuente de ingresos. Es enfermera, pero no ejerce su profesión porque necesita cuidar a su hijo con discapacidad. La rutina que logró sostener durante años depende de su trabajo nocturno en la feria, donde vende café.
“La feria me permite trabajar de noche y estar libre al mediodía para acompañar a mi hijo a la rehabilitación. Es lo que me permite mantener el equilibrio entre lo económico y la salud de él”, contó.
Con el predio clausurado tras una investigación judicial, cientos de trabajadores como ella quedaron en una situación difícil. “Necesitamos que levanten la clausura porque hay mucha gente que vive de esto. Si nos permiten demostrar que lo que se dice no es así, que la feria no es lo que muchos creen, eso también es justicia”, expresó.
Según explicó, la feria fue construida por personas que decidieron apostar al trabajo. “Acá hay gente que se esfuerza todos los días. Somos comerciantes, responsables, queremos seguir trabajando como siempre. No se trata solo de vender, se trata de sostener una forma de vida que, en muchos casos, como el mío, es la única opción posible”, remarcó.
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Piedrazos y balazos entre la policía y un violento grupo en Puente La Noria
La situación, que comenzó con una protesta pacífica, derivó en enfrentamientos entre manifestantes y efectivos de la Policía Federal, con escenas de balas de goma, gas pimienta y piedrazos. La tensión escaló rápidamente a partir de las 9 de la mañana, cuando la policía comenzó a avanzar para liberar los carriles del Camino Negro, donde se realizaba el corte.
Según registraron medios presentes en el lugar, los enfrentamientos comenzaron con forcejeos, insultos y empujones, hasta que derivaron en un cruce violento: los manifestantes arrojaron piedras y botellas, mientras que los efectivos respondieron con disparos de balas de goma y gas pimienta.
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