Son pocos, realmente, los episodios que pueden “llamar la atención” en el marco de la inseguridad que es moneda corriente en toda la provincia de Buenos Aires, pero el salvaje ataque con una piedra que recibió en pleno rostro un chofer de la línea 57 en el Acceso Oeste conmovió al trascender este jueves, porque a causa de ese salvajismo el trabajador está grave, con hundimiento de cráneo y hasta podría perder un ojo.
Como consecuencia del terrible episodio, los compañeros del chofer internado, identificado como Daniel Córdoba, de 53 años, realizaron un paro de actividades y cortaron durante algunas horas el Acceso Oeste, en reclamo de mayores medidas de seguridad en la zona, porque denunciaron que los ataques y robos en esa zona de la ruta 7 “son cosa de todos los días”.
La empresa Transportes Atlántida es una de las líneas más tradicionales del universo de micros que van por Acceso Oeste a Luján, con servicios hasta Mercedes.
El dramático episodio ocurrió este jueves cerca de las 6.30 de la mañana en el Acceso Oeste, cuando la unidad en la que viajaba Córdoba pasaba el puente Beschtedt, a la altura de la ciudad de Luján.
En medio de la oscuridad que todavía reinaba en la zona, una piedra de gran tamaño y posiblemente lanzada desde el puente atravesó el parabrisas e impactó a Córdoba en la frente, provocándole graves lesiones que determinaron su posterior traslado a un nosocomio local, donde la magnitud del cuadro hizo que lo luego fuera derivado a una clínica en la Capital Federal. El chofer, según se indicó, está grave y su pronóstico es reservado.
Como repuesta no solo ante el ataque sufrido por Córdoba, sino a la grave situación de inseguridad que atraviesan a diario, los choferes de la Línea 57 paralizaron por algunas horas sus tareas y cortaron el transito en ese sector de la Ruta 7, reclamando a la intendencia local y al gobierno provincial que “hagan algo” ante la seguidilla de robos y ataques con los que deben lidiar cada vez que salen a trabajar.
HB
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