Noticias y curiosidades del mundo
En España, hay más de 5,1 millones que padecen diabetes tipo 2, lo que nos convierte en el segundo país europeo con la tasa más alta.
Actualmente, se ha demostrado que este tipo de diabetes es totalmente prevenible porque está condicionada por nuestros hábitos de vida, como explica a ‘Guías de Salud’ Enol Sierra, experto en esta enfermedad.
“Es importante que entendamos que el 90% de la glucosa que se metaboliza en el organismo es en el músculo. Cuando realizamos ejercicio, además de quemar glucosa, segregamos una serie de hormonas llamadas «exerquinas» que mejoran la sensibilidad a la insulina y estos beneficios son antidiabéticos”, indica el especialista.
Pero además, el ejercicio físico no solo es una herramienta poderosa en la prevención, sino que es fundamental en el tratamiento de la enfermedad. Sin embargo, se deben eliminar determinados mitos, como el miedo a sufrir hipoglucemia como consecuencia de hacer deporte, que se puede derribar “con conocimiento”.
“Debemos educar a los pacientes y acompañarlos para que entiendan qué les ocurre, qué ejercicios provocan mayores bajadas y sobre todo, saber cómo actuar cuando ocurre. Es muy importante siempre llevar hidratos de carbono de absorción rápida especialmente durante ejercicios aeróbicos (carrera, ciclismo, etc), como geles de glucosa, pastillas de glucosa, zumos o bebidas azucaradas, entre otras”.
Los pacientes con diabetes tipo 2 pueden hacer deporte con seguridad
En el caso de la diabetes tipo 2, el riesgo de hipoglucemia está muy «bajo», sobre todo si no se utiliza insulina.
“Para hacerlo con seguridad lo más importante es empezar de forma progresiva, con sesiones cortas de ejercicio porque son más fáciles de gestionar, y como decía anteriormente, llevar con nosotros siempre hidratos de carbono de absorción rápida por si nos hicieran falta”, subraya Enol Sierra, licenciado en Ciencias del Ejercicio.
E incluso está aconsejado el deporte de alta intensidad. Y es que, el ejercicio físico es positivo y los pacientes con diabetes también se benefician del ejercicio de alta intensidad. “De hecho, cuanto mayor es la intensidad, mayor es la oxidación de glucosa”.
“Además, hay adaptaciones positivas que generan los ejercicios de alta intensidad que no se consiguen de otra manera”. No obstante, se debe adecuar el ejercicio al nivel de cada persona y esa «alta intensidad» debe ser relativa para cada paciente, y sobre todo, se necesita tener un condicionamiento físico mínimo para poder soportar sin riesgos estos esfuerzos.
¿Se debe modificar la dosis de insulina al practicar ejercicio físico?
Al incorporar los ejercicios, matiza el experto en diabetes, se debe ajustar la insulina debido al efecto hipoglucemiante del ejercicio, tanto la insulina lenta/basal de ese día como los bolos de insulina rápida posteriores al ejercicio.
Las reducciones deben personalizarse mucho porque depende de cada persona, el tipo de ejercicio, la intensidad del entrenamiento y el tiempo de práctica.
¿Cuál es la relación de la obesidad con la diabetes?
La obesidad y el sobrepeso es un factor de riesgo para el desarrollo de diabetes tipo 2. Más del 80% de los pacientes con tipo 2 tienes sobrepeso u obesidad, pero no son todos los casos. Sabemos que muchos pacientes pueden padecer diabetes tipo 2 con un peso normal e incluso bajo. Esto lo podemos valorar viendo que muchas personas delgadas tienen problemas metabólicos como hígado graso y además pueden tener falta de músculo que también nos conduce a desarrollar diabetes tipo 2, y resistencia a la insulina.
El mejor deporte para las personas con diabetes tipo 2
Los pacientes con diabetes “siempre vienen con un déficit de fuerza muscular y debemos priorizar esos ejercicios en primera medida”.
Una vez vayamos ganando fuerza y músculo “es interesante combinarlo con ejercicio cardiovascular, como puede ser bicicleta, correr o natación, pero nunca debemos desplazar los ejercicios de fuerza porque son la prioridad número uno especialmente en pacientes con edad más avanzada”.
Hay que tener en cuenta que después de los 50 años se produce una pérdida de masa muscular muy acusada, y no se puede evitar ese deterioro sin entrenar la fuerza.
“Una persona que padece diabetes no hace falta que vaya al gimnasio a levantar pesas desde el principio, sobre todo si no están acostumbradas a hacer ejercicio, eso sí, puede empezar con ejercicios sencillos como por ejemplo sentadillas con nuestro propio peso o flexiones en la pared”, puntualiza.