Delia Giovanola, una de las fundadoras de Abuelas de Plaza de Mayo que había encontrado a su nieto en 2015, murió este lunes a los 96 años.
La noticia fue informada por la Asociación a través de un triste comunicado que fue compartido en redes sociales.
“Enorme tristeza. Aún no caemos. Falleció Delia Giovanola, una de las fundadoras de Abuelas de Plaza de Mayo. Militante de la memoria, la verdad, la justicia y la alegría. En 2015, tras casi 40 años de lucha, pudo encontrar a su nieto Martín”, escribieron desde la cuenta oficial de Twitter.
😢 Enorme tristeza. Aún no caemos. Falleció Delia Giovanola, una de las fundadoras de Abuelas de Plaza de Mayo. Militante de la memoria, la verdad, la justicia y la alegría. En 2015, tras casi 40 años de lucha, pudo encontrar a su nieto Martín
Comunicado➡️https://t.co/0z5RqegMdJ pic.twitter.com/Uz56YuFGCq
— Abuelas Plaza Mayo (@abuelasdifusion) July 18, 2022
Se trataba de una de las últimas fundadoras que aún vivía: en octubre de 1977, Delia formó parte del grupo fundador de Abuelas de Plaza de Mayo. Ese mismo año, habían contado sus compañeras, se jubiló para dedicarse a la búsqueda de “los chicos”.
“Desde Abuelas de Plaza de Mayo expresamos nuestra más profunda tristeza por la partida de otra compañera, una de las fundadoras de nuestra Asociación, Delia Cecilia Giovanola”, expresaron en el comunicado oficial en el que repasaron su historia.
Delia era maestra y se había casado con su pareja, Jorge Narciso Ogando, con quien tuvo a su hijo Jorge Oscar Ogando. Varios años después, se casó y la convirtió en abuela por primera vez: en 1973 nació Virginia.
El secuestro de su hijo y su esposa en 1976
En la carta publicada este lunes, contaron: “Ambos (el hijo y su pareja) militaban en el PRT-ERP. En la madrugada del 16 de octubre 1976, en la última dictadura, la pareja fue secuestrada en su casa de La Plata, ella embarazada de ocho meses, y la pequeña Virginia quedó en su cuna. Avisada Delia, fue a buscarla y se hizo cargo de ella, mientras buscaba desesperadamente a Jorge y Stella Maris”.
Delia junto a Martín Ogando, su nieto recuperado.
En la misma detallaron que, según testimonios de sobrevivientes, “pudo saberse que la pareja permaneció en el centro clandestino de detención ‘Pozo de Banfield‘”
“Allí Stella Maris dio a luz un niño el 5 de diciembre de 1976. El parto, “asistido” por médico genocida Jorge Antonio Bergés, fue en la cocina del lugar, ella esposada, los ojos vendados y arriba de una chapa. Dos días después fue despojada de su bebé, que fue vendido a un matrimonio, y llevada al ‘Pozo de Quilmes’“, señalaron.
Ella se dedicó desde entonces a la crianza de su primera nieta Virginia y a la búsqueda de su otro nieto junto a Abuelas de Plaza de Mayo.
Su lucha por encontrar a su nieto
Cuando Virginia cumplió 18 años comenzó a buscar a su hermano con su abuela. Sin embargo, en 2011, la entró en una depresión de la que no pudo salir y se quitó la vida a los 38 años.
Delia continuó su búsqueda sola. En el comunicado en el que la despidieron, recordaron sus dichos de hace poco más de un año durante el juicio por los delitos de lesa humanidad cometidos en Pozo de Banfield, Pozo de Quilmes y Brigada de Lanús.
Con profunda tristeza despedimos a nuestra querida abuela Delia Giovanola. Fundadora de @abuelasdifusion, que con su amor, compromiso y una fuerza admirable nos enseñó a luchar por las causas más justas.
Para siempre en el corazón de San Martín.♥️ pic.twitter.com/xC89hFlQ3h
— Fernando Moreira (@fmoreiraok) July 18, 2022
“Cada vez que veía un chiquito lo seguía con la vista pensando ‘¿será mi nieto?’. Era muy dura la búsqueda”, había dicho en ese entonces.
“Debieron pasar cuatro años más para que Delia pudiera encontrar a su nieto. Fue el 5 de noviembre de 2015. El primer contacto con él, que vive en el exterior, fue por teléfono: ‘¡Te encontré!‘, le dijo Delia, y del otro lado, tras un silencio, Martín comenzó a hacerle preguntas, la empezó a llamar “abuela” y desde ese día mantuvieron una relación de abuela y nieto como si se conocieran de siempre”, señalaron desde la Asociación.
El comunicado concluye: “Llena de vitalidad y de entusiasmo hasta el último suspiro, graciosa, irónica, espontánea, de convicciones firmes, vecina ilustre de San Martín, Delia era una de las últimas Abuelas fundadoras que quedaba”.
Y cierra: “A esta institución, Delia le dio todo. Todavía no caemos en la cuenta de que ya no está, pero el vacío que se siente es enorme. Se ha ido una mujer luchadora, militante de la memoria, la verdad, la justicia y la alegría. ¡Hasta siempre, querida Delia!”.
DS