6 septiembre, 2025

No sé qué le pasó a Leonel: declaró la madre acusada de matar a su hijo

La muerte de un niño siempre desgarra, pero hay historias que dejan heridas aún más profundas. La de Leonel Francia, de apenas 11 años, es una de ellas. Y no solo porque su vida se cortó abruptamente y de manera sangrienta, sino porque la principal sospecha es que fue asesinado por su mamá.

Este viernes, en la Sala I del Tribunal de Juicio del distrito Centro de Salta, Lidia Raquel Cardozo —imputada por homicidio calificado por el vínculo y lesiones leves calificadas por el vínculo— declaró ante los jueces Leonardo Feans, Martín Pérez y Francisco Mascarello. Era su turno, después de semanas en las que las voces predominantes habían sido la de vecinos, docentes, familiares, psicólogos y profesionales de la salud que, uno tras otro, trazaron un retrato sombrío de la infancia de Leonel.

Cardozo, sin embargo, insistió en negar cualquier responsabilidad. Respondió preguntas de todas las partes y rechazó tanto las acusaciones de maltrato como la imputación por la muerte del niño. Su versión buscó aferrarse a la idea de un hecho repentino, inexplicable, ocurrido sin que ella pudiera advertirlo.

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La mujer reconstruyó, con detalle, lo que dijo haber vivido la mañana del 31 de agosto de 2023 en su casa del barrio Solidaridad. Contó que Leonel se levantó temprano, que pidió un pantalón, que ella lo envió a buscarlo en el tendedero de la planta superior. Minutos después lo vio en el garaje, rodeado de perros. “Estaba agachado. Pensé que estaba jugando con las mascotas”, dijo ante el Tribunal.

Según su relato, luego lo encontró en un patio interno, con una mano en la cabeza. Le preguntó si iría a la escuela y el niño respondió que se volvía a la cama porque se había golpeado. “No lo vi lesionado, seguí con lo mío”, explicó, .

Más tarde regresó a despertarlo. Allí —según describió— lo halló tendido, con un ronquido extraño, flojo, con una herida en la cabeza y manchas de sangre en el cuerpo. “Me desesperé, pedí ayuda a los albañiles y lo llevamos al hospital”, recordó.

La mamá de Leonel reconoció haber visto manchas de sangre en la casa esa mañana, pero aseguró que las confundió con rastros de su perra en celo. Reconoció que incluso las limpió con agua. “No tenía idea de qué le había pasado a mi hijo. No entendía nada”, remarcó.

En todo momento, la mujer negó haber ejercido violencia contra Leonel y desmintió las afirmaciones de quienes la describieron como una madre maltratadora. “No recuerdo haber dado explicaciones a las doctoras del hospital. No sé cómo se lastimó”, repitió varias veces.

La autopsia, sin embargo, estableció que el niño murió a raíz de un traumatismo encéfalo craneal grave, producto de una lesión punzopenetrante. Para la Fiscalía, esa circunstancia descarta cualquier hipótesis de accidente doméstico.

Testimonios. Antes de la declaración de la imputada, el juicio avanzó con testimonios que abrieron un panorama completamente distinto. Vecinos, familiares, docentes y profesionales coincidieron en describir episodios de violencia y descuido hacia el niño.

Una vecina relató que Leonel solía jugar en la vereda, pero que cuando la madre lo llamaba a los gritos aparecían los castigos. Otra familia, que lo alojó un tiempo, contó que el chico “dejó de mirarlos a los ojos” y parecía tener prohibido hablarles.

Los albañiles que trabajaban en la vivienda el día de la tragedia aseguraron que trasladaron al menor al hospital y que observaron rastros de sangre en su cuerpo y en la casa. También recordaron que el niño se acercaba a conversar con ellos, aunque huía cada vez que la madre lo llamaba.

Desde la escuela, maestras señalaron que en varias oportunidades el niño llegó con hematomas. Incluso, hubo un episodio violento protagonizado por la madre dentro del aula. La denuncia de la institución motivó la intervención de la Secretaría de Niñez.

El padre del niño, querellante en la causa, también declaró. Dijo haber notado lesiones en su hijo en distintas ocasiones, aunque en ese momento creyó en las explicaciones que le daba la acusada.

El aporte de los psicólogos. El juicio incluyó también la palabra de cinco psicólogos, cuyos informes apuntaron en la misma dirección. Una profesional explicó que intervino a partir de la denuncia de la escuela. Otra, que atendió a la imputada en un centro de salud, la describió como una persona hostil.

Una especialista del Cuerpo de Investigaciones Fiscales presentó la autopsia psicológica del niño. Allí concluyó que Leonel “se había sobreadaptado a la situación que le tocaba vivir”, que estaba “en búsqueda de amor y cariño” y que en la necropsia surgieron indicadores de maltrato sostenido.

Lo que viene en el juicio

R.P.

Con la declaración de la imputada se cerró la etapa testimonial y el proceso entra ahora en su tramo definitorio. El tribunal dispuso un cuarto intermedio hasta el lunes 8 de septiembre, jornada en la que se escucharán los alegatos de las partes. El fiscal Santiago López Soto expondrá la acusación en representación del Ministerio Público y, a continuación, será el turno de la querella y de la defensa.

Una vez concluida esa instancia, los jueces Leonardo Feans, Martín Pérez y Francisco Mascarello quedarán en condiciones de dictar el veredicto. Se prevé que lo hagan al finalizar el mismo día, aunque existe la posibilidad de que decidan extender el plazo si la complejidad del caso lo amerita.

La expectativa es alta: el debate no solo busca establecer responsabilidades penales, sino también responder a los interrogantes que rodean la muerte de Leonel Francia.

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