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Perdió la audición a los 16 años y cuenta su historia en las redes: “La hipoacusia me hizo resiliente”

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Lucas Adlerstein comenzó a frecuentar médicos y consultar sobre audífonos y rehabilitación auditiva enla adolescencia. Después de años de mucho enojo y adaptación, consiguió un implante que mejoró su calidad de vida y decidió ayudar a otros hipoacúsicos a sobrellevar su condición.

Axa Pacheco

04 de mayo 2024, 05:43hs

Video PlaceholderLucas Adlerstein crea conciencia sobre la hipoacusia o pérdida auditiva. (Video: TN/Foto: Leandro Heredia)

Lucas Adlerstein comenzó a perder la audición de manera gradual en el oído izquierdo cuando tenía 14 años. A los 15, empezó a lidiar con la hipoacusia, una condición que lo obligó a crecer de golpe y le dio un nuevo propósito: mejorar las vidas de personas como él.

La hipoacusia es la pérdida de la audición. Puede ser conductiva o neurosensorial y tiene distintos grados: leve, moderada, severa y profunda (la persona no escucha nada). Puede afectar a un solo oído (unilateral) o ambos (bilateral). Hay muchos factores que producen la hipoacusia: enfermedades, infecciones o tumores en los oídos, o la sobreexposición a ruidos muy altos a lo largo del tiempo.

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En el caso de Lucas, la hipoacusia es conductiva bilateral. Su afección se ubica en el estribo, el tercer hueso del oído medio, que vibra para que el sonido llegue al cerebro.

Una cirugía fallida

El avance de la hipoacusia no fue dramático, sino casi imperceptible. Lucas recuerda que empezó a dejar de escuchar bien con los auriculares, le costaba escuchar las clases. “Yo tenía 14 años cuando empecé a decir que escuchaba menos y mis papás me decían que preste más atención”, recordó en la entrevista con TN.

Pasó un año e insistió en hacerse un estudio médico que reveló una otitis (una infección). Sin embargo, después del tratamiento, Lucas notaba que no se había recuperado totalmente. Tras muchas consultas con especialistas, Lucas y su familia decidieron que una cirugía podría revertir la pérdida de 20% de audición en el oído izquierdo.

Lucas Adlerstein se dedica a crear conciencia sobre la hipoacusia. (Foto: Leandro Heredia/TN)

Lucas Adlerstein se dedica a crear conciencia sobre la hipoacusia. (Foto: Leandro Heredia/TN)

Debía ser una intervención rápida, de no más de una hora, para reemplazar el hueso (el estribo) por una prótesis, pero se complicó. Así, perdió 95% de la audición.

“Tardé unos seis años en asimilarlo. Me retraje, me enojé mucho con la vida. Me convertí en un adulto porque empecé a trabajar”, afirmó Lucas. La comunicación con su entorno había cambiado y este impacto a tan temprana edad desencadenó el miedo a no escuchar, a que lo percibieran “como un tonto” por no entender las conversaciones. Luego del temor, llegó la ira.

“Dejé de jugar al básquet. Nunca dije que lo dejé porque no podía escuchar a mis compañeros, al entrenador. Yo dije que no quería jugar más, nunca busqué ayuda para transformar eso. En el mundo de la discapacidad, se dice que el diagnóstico no es destino; para mí, fue destino. Se me fue el humor y la sonrisa, y me transformé en lo que yo conocía, en ese momento, de ser adulto”.

El 19 de abril de 2021, Lucas se puso el implante de conducción ósea y comenzó a documentar su experiencia. (Foto: Instagram @hipoacusico)

El 19 de abril de 2021, Lucas se puso el implante de conducción ósea y comenzó a documentar su experiencia. (Foto: Instagram @hipoacusico)

Después de la escuela, enfocó todo su tiempo en crear páginas web para su hermano mayor, que es director de cine, y consiguió más clientes. A la par, hizo un curso de liderazgo.

Al llegar a la universidad, eligió la carrera de Ingeniería en Sistemas. Los primeros años de cursada transcurrieron durante la pandemia. Todas las clases eran virtuales y las escuchaba con los parlantes en el volumen máximo y, por durante ese periodo, la hipoacusia dejó de ser un problema.

Sin embargo, el oído derecho estaba empezando a verse afectado también (perdió el 50% de audición), pero solo fue consciente cuando se eliminaron las restricciones. El mundo volvió a la “normalidad”, menos Lucas. “Ya no podía subirle más el volumen a la gente, entonces, tuve que aceptar de vuelta lo que tenía”.

Sordo, pero no mudo

De nuevo, estaba enojado y frustrado. “Una de las cosas que me decía a mí mismo en ese momento era ‘¿cómo puede ser que tengo 19 años y un audífono no me alcanza para escuchar?’. Lloré como nunca en mi vida”, aseguró.

Insistió con las consultas médicas, hasta que encontró en internet la opción que tanto necesitaba, el implante de conducción ósea, que se injerta debajo de la piel y se conecta a un procesador de audio externo ubicado detrás de la oreja, que se sujeta por atracción magnética. Este implante vibra al recibir el sonido del procesador y conduce esa información del cráneo al cerebro.

Video PlaceholderAsí funciona el implante auditivo. (Video: Instagram @hipoacusico/Foto: cortesía de Lucas Adlerstein)

El 19 de abril de 2021, Lucas volvió a entrar al quirófano, pero con más optimismo antes, y salió con la meta de convertir toda su experiencia en una enseñanza. Ese mismo día, en el trayecto a casa, creó una cuenta de Instagram y se tomó una foto con la cabeza vendada para hacer la primera publicación.

El camino de recuperación continuó con terapia psicológica, más rehabilitación auditiva para configurar el implante y adaptarse. Cada día, con un sonido que descubre o recuerda, con alguna interacción en la calle, aprende algo nuevo y lo comparte en sus redes.

El impacto de su contenido superó sus expectativas. Las personas encontraron la compañía que tanto necesitaban, “un amigo virtual”. Le escriben personas de todas las edades, jóvenes que se sienten identificados, adultos que encuentran una inspiración para mejorar su calidad de vida.

Video Placeholder¿Cómo se habla por teléfono con un implante? (Video: Instagram @hipoacusico/Foto: cortesía de Lucas Adlerstein)

Esto lo impulsó a dejar la carrera de Ingeniería y dedicarse a desmitificar la hipoacusia. Actualmente, produce el pódcast Sordo, pero no mudo, donde cuenta cómo vivió la celebración por la victoria de la Selección en el Mundial, cómo se sintió después de la primera cirugía, pero también entrevista a especialistas (otorrinos, psicólogos) y padres de chicos con hipoacusia para explicar mejor la enfermedad. Los episodios están disponibles en Spotify y Youtube.

También tiene proyectos de concientización, como capacitaciones para docentes y talleres para alumnos de primaria y secundaria. Uno de los primeros eventos en su lista ocurrirá el 18 de mayo, cuando dictará una capacitación sobre hipoacusia junto con un equipo de 35 psicólogos.

Video PlaceholderLucas habla con especialistas y cuenta experiencias sobre la hipoacusia en el pódcast «Sordo, pero no mudo». (Video: Instagram @hipoacusico/Foto: cortesía de Lucas Adlerstein)

Además, organiza encuentros mensuales de personas hipoacúsicas (toda la información está en su cuenta de Instagram, @hipoacusico), tanto para adultos como chicos con sus padres y, en un futuro cercano, se consolidará su fundación, que llamó “Casacusia”. Su objetivo es que la organización se convierta en un hogar para las personas con pérdida auditiva.

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Este es el resultado de un cambio de perspectiva. El implante le permitió a Lucas asumir la hipoacusia como una forma de vida, no una discapacidad. Gran parte de este avance, reconoce, también se lo debe a los especialistas, su familia y amigos que lo apoyan en todo.

Al mirar rápidamente en retrospectiva, afirma que recuperó la paz que asegura haber perdido en la adolescencia. “La hipoacusia me enseñó que nosotros construimos nuestra vida, nuestra narrativa y contamos el cuento de nuestra vida, que queremos contar y así lo vamos construyendo. Me enseñó a escuchar con el corazón, escuchar con la empatía, con el interés. Me hace sentir resiliente, feliz, me hace conectar con la gente, me hace sentir humano”.

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